¿Cómo conservar queso en aceite de oliva?
La conservación en aceite de oliva es una de las técnicas más utilizadas desde la antigüedad para preservar alimentos. Las primeras civilizaciones en adquirir esta práctica fueron la etrusca, la griega y la romana. Incluso, en el siglo XIX, el gobierno francés creó la primera versión de las conservas en lata con el fin de alimentar al ejército.
Aunque se puede hacer con otros aceites vegetales, lo cierto es que el aceite de oliva virgen extra es la mejor opción para conservar el queso en aceite. Ya sea por las impecables características que posee o por su delicioso sabor, el aceite de oliva aporta unas cualidades al queso en conserva incomparables. Al quedar cubierto por el AOVE, el aire no puede entrar en contacto con el alimento y así se conserva durante más tiempo. Por estas razones te recomendamos comprar AOVE online si estás pensando en conservar queso.
En el caso de la conserva de queso en aceite de oliva, no solo conseguimos alargar su duración, sino que también conseguimos que el queso gane en sabor a la vez que evitamos que se ponga demasiado duro.
Cómo conservar queso en aceite de oliva
El procedimiento de conservar queso en aceite de oliva es muy sencillo:
- Retiramos las cortezas del queso.
- Lo cortamos en trozos para conseguir que se impregne bien del sabor.
- Los ponemos en un frasco de cristal con cierre. Procura no llenarlo del todo para hacer hueco al aceite de oliva. Deja un tercio del espacio libre.
- Rellenamos con nuestra garrafa de aceite 5 litros de Castilloliva hasta cubrirlo todo completamente. Nosotros te recomendamos hacerlo con un aceite de oliva virgen extra tradicional y no uno premium, ya que este último puede quitar protagonismo al queso.
- Cerramos el frasco y lo dejamos en un sitio fresco y seco, como mínimo dos semanas antes de empezar a disfrutar de él. No es necesario meter el frasco en la nevera.
Recordemos que mientras el queso está sumergido en el aceite, este continúa su maduración, haciendo que cada vez sea más intenso y sabroso.
Trucos y recomendaciones
Un punto extra de conservar el queso en aceite de oliva, es que podemos aportarle nuevos matices al sabor del queso en aceite, añadiendo especias aromáticas. Al optar por ingredientes aromatizantes como el laurel, guindillas, ajo, trufas, pimiento, albahaca, romero o tomillo, entre otros, conseguimos diferentes sabores partiendo del mismo producto, el queso.
Por ejemmplo, los quesos de cabra maridan muy bien con el tomillo y el romero; los quesos de vaca, se vuelven más deliciosos aún con aceite aromatizado en trufa; y el picante casa a la perfección con los quesos de oveja.
Por otro lado, al partir el queso en trozos, aprovechamos mejor el espacio en los tarros de cristal. Sin embargo, si optas por conservar el queso en cuñas o en trozos más grandes, este método de conservación es igual de válido. Antiguamente, como curiosidad, el queso se conservaba entero en ollas de barro.
La conserva durará entre dos y tres meses siempre y cuando se conserve en un lugar adecuado, como en la despensa, lejos de fuentes de calor. Deja el queso en aceite, por lo menos, dos semanas antes de consumirlo para disfrutar de todo el sabor de la conserva en su punto máximo. Esto asegura que el queso ha tenido tiempo suficiente para absorber el aceite y cualquier aroma que le hayamos añadido.
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