¿Cuáles son los aceites con menos grasas saturadas?
En España, el aceite más utilizado en la cocina (y también fuera de ella) es el aceite de oliva, aunque también se suele utilizar el aceite de girasol. Sin embargo, existen multitud de variedades de aceites que también podrían ser una buena alternativa al aceite de oliva.
Eso sí, desde Aceites Castilloliva te animamos a probar cualquier otro tipo de aceite, pero te recomendamos basar tu dieta en el aceite de oliva virgen extra. Por si no lo sabías, sustentar tu dieta en una grasa como el aceite de oliva virgen extra puede reducir las probabilidades de desarrollar cientos de enfermedades.
Volviendo al punto de partida, en caso de no poder consumir aceite de oliva virgen extra, te recomendamos cuáles son los aceites con menos grasas saturadas para poder seguir cuidando de tu salud.
Los aceites con menos grasas saturadas
Muchos de estos aceites no son tan conocidos, dado que provienen de alimentos que se suelen consumir de forma sólida, como el aceite de coco o el aceite de aguacate. También es importante considerar que los aceites procedentes de grasa animal (como la manteca de cerdo o la mantequilla) no tienen cabida en esta clasificación dado su alto contenido en grasas saturadas.
En esta clasificación, expondremos cuáles son los aceites con menos grasa saturada de menos a más cantidad. ¡Comencemos!
Aceite de oliva virgen extra
No podía ser de otra forma. El aceite de oliva virgen extra (siempre y cuando sea virgen extra) es el aceite por antonomasia. Dentro y fuera de la gastronomía española y mediterránea, este aceite es objeto de diferentes estudios por su rica composición.
Es bajo en ácidos grasos saturados, los cuales se relacionan con el desarrollo de enfermedades inflamatorias, y es rico en ácidos grasos monoinsaturados, más conocidos por ser grasas saludables. A pesar de ser una grasa, el aceite de oliva virgen extra es el mejor aliado para tu salud cardiovascular por componerse, principalmente, de ácido oleico. Por todo esto y más, el aceite de oliva virgen extra tiene múltiples beneficios para la salud.
De hecho, el aceite de oliva virgen extra de variedad picual, como la mayoría de los Aceites Castilloliva, se componen hasta en un 70% de ácidos grasos monoinsaturados.
Aceite de coco
El aceite de coco ha suscitado mucha polémica en los últimos años. Conocido hasta la fecha como un superalimento, el aceite de coco es rico en grasas saturadas, más particularmente, en ácido láurico. Sin embargo, es uno de los mejores aceites vegetales en relación a su composición.
Es cierto que es rico en grasas saturadas, pero también tiene algunos beneficios potenciales, como ácidos grasos saturados de cadena media, que ayudan directamente en la pérdida de peso; propiedades antimicrobianas y resistencia al calor. Por ello, el punto de humeo del aceite de coco es, con diferencia, superior al de muchos otros aceites vegetales.
Por tanto, y como ocurre con muchos otros alimentos, claro que puedes consumir aceite de coco, siempre y cuando sea consumido con moderación y dentro del marco de una dieta equilibrada.
Aceite de canola o colza
El aceite de canola proviene de las semillas de la planta de colza, muy popular en Canadá. Este aceite es conocido por ser bajo en grasas saturadas en comparación con otros tipos de aceites. Además, el aceite de canola es una buena fuente de ácidos grasos monoinsaturados y poliinsaturados, incluyendo ácido oleico (muy similar al del AOVE) y ácido linoleico.
Aceite de aguacate
El aceite de aguacate es otro de los aceites más bajos en lo que a grasas saturadas se refiere. Muchas veces, este concepto se confunde al de aporte calórico. Pues bien, todos los aceites en sí tienen un gran aporte calórico, ya que son 100% grasa, pero esto no significa que sean perjudiciales para la salud.
El aceite de aguacate aporta muchas calorías a nuestro organismo, pero es uno de los mejores en su composición. Contiene principalmente grasas monoinsaturadas, vitamina E y fitoesteroles y tiene un punto de humo relativamente alto.
Aceite de girasol
El aceite de girasol es el competidor número uno del aceite de oliva virgen extra. En nuestra gastronomía, se utiliza con mayor asiduidad el aceite de oliva, pero el aceite de girasol está ganando terreno.
Su perfil nutricional se caracteriza por un bajo contenido de grasas saturadas y uno alto de grasas poliinsaturadas, especialmente, de ácido graso Omega-6, esenciales para el cuerpo y el cual desempeña un papel importante en varias funciones biológicas.
Para salir de dudas, aquí tienes un sinfín de diferencias entre aceite de oliva o aceite de girasol.
Aceite de cacahuete
A pesar de no ser uno de los más bajos en grasas saturadas si lo comparamos con otros aceites, el aceite de cacahuete es un aceite que puedes consumir si estás buscando reducir la ingesta de grasas saturadas en tu dieta.
Se compone, principalmente, por grasas monoinsaturadas y poliinsaturadas; sin embargo, también es notable su proporción en grasas saturadas, aunque no es la fuente más alta.
Aceite de nuez
El aceite de nuez es conocido por su contenido equilibrado de ácidos grasos esenciales.
Así, predominan en él las grasas insaturadas, como el Omega-6 y el Omega-3, ambos beneficiosos para el sistema cardiovascular. El aceite de nuez también aporta antioxidantes, como la vitamina E, y fitoesteroles.
Aceite de linaza
El aceite de linaza contiene ácido alfa-linolénico (ALA), un ácido graso Omega-3 que tiene propiedades antiinflamatorias y puede ser beneficioso para la salud cardiovascular. De igual manera, el aceite de linaza también contiene ácido linoleico (Omega-6), proporcionando así un equilibrio esencial de ácidos grasos.
Aceite de sésamo
El aceite de sésamo es considerado uno de los aceites con menos grasas saturadas. Este tipo de ácidos grasos son escasos en comparación con las grasas insaturadas. Además, es una buena fuente de ácido oleico (monoinsaturado) y ácido linoleico (poliinsaturado); sin olvidar su composición en antioxidantes.
Con toda esta clasificación, tienes una ligera idea de qué aceites son los más saludables en el mercado en cuanto a composición se refiere. Sin embargo, y cómo no podía ser de otra manera, si analizamos el producto entero, el aceite de oliva virgen extra es, con diferencia, el ganador absoluto.
¿Por qué el aceite de oliva es el mejor aceite?
El aceite de oliva virgen extra es oro líquido. Que se le denomine de esta manera dentro y fuera de nuestras fronteras no es casualidad. Su rica composición nutricional y sus numerosos beneficios para nuestra salud lo elevan como el principal sustento de tu dieta.
Ácidos grasos monoinsaturados, ácido oleico, antioxidantes, vitamina E, polifenoles… Todos estos compuestos hacen que el aceite de oliva virgen extra pueda contribuir a la reducción del colesterol LDL y aumente, a su vez, el colesterol HDL, convirtiéndose en el máximo aliado de tu salud cardiovascular. ¡Pero no solo es bueno para nuestro corazón!
Diversos estudios alrededor del mundo lo sitúan como un elemento fundamental en la prevención del desarrollo de diversas enfermedades, como enfermedades inflamatorias, Alzhéimer, algunos tipos de cáncer, obesidad, diabetes…
Además de sus beneficios, el aceite de oliva es un producto 100% natural, no está refinado ni modificado químicamente en ningún laboratorio. Esta combinación de factores hace que el aceite de oliva sea el mejor aceite para consumir, es por ello que te recomendamos comprar AOVE siempre.
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